martes, 6 de septiembre de 2011

Fauna callejera (I)


Rodando en mi bicicleta de camino hacia la parada del metro bordeo durante un buen tramo uno de los ríos/canales de Beijing. Es ancho y parece profundo, tiene una corriente de mediana fuerza pero no retruena con ningún tipo de sonido, puesto que en la Capital del Norte el agua es muda.

Entre las pequeñas crestas de espuma morena advierto unas figuras que al primer vistazo tomé por patos. Se trataba en realidad de chinos nadando lentamente, mecidos por el curso sin oponer más resistencia que la de algunas suaves y milimétricamente trazadas brazadas. Se zambullían con la gracia que tienen la mayoría de chinos para hacer las cosas, liberados de cualquier prisa y a un ritmo único que sólo entiende de un propio entrenamiento. Era más curioso en el momento el choque de la bulliciosa ciudad con la paz inspirada de estos nadadores que el irreparable hecho de que flotaban en un agua repleta de sedimentos contaminados y ahumada con los gases perniciosos de millones de chimeneas.
No pude dejar de acordarme de aquel político chino a quien cedieron la victoria en una carrera de natación a pesar de no llevar ni dos semanas masterizando el crol. Quién sabe, quizá algún día de estos me encuentro con algún viejo ejecutivo chapoteando con los manguitos.



Por los alrededores de la universidad se falcan convenientemente una buena cantidad de oportunistas: vendedores de rodajas de melón, frutos requemados y Iphones de regateable precio; paraditas de helados, mendigos cantores y estudiantes chinos con su anuncio de búsqueda de speaking-partner escrito en cartelitos minúsculos. Sin embargo, el espécimen más curioso quizá sea la mamá burócrata. Se trata de mujeres de cierta edad que se sientan en los bordes de los setos a lo largo de 中关村东路 (quizá en más lugares, yo sin embargo accedo siempre a la 人大 por la 东门) sosteniendo en sus brazos niños de pocos meses, algunos hijos propios u otros alquilados y que duermen o lloran según se preste.

Estas mujeres miran a los transeúntes en busca de estudiantes extranjeros mientras en sus piernas guardan sospechosas bolsas de plástico con comida. Según una fuente de confianza, a la mínima que te vean interesado te ofrecen sin demasiados tapujos la posibilidad de adquirir a un precio irrisorio (en ocasiones hasta 10元) carnets universitarios falsificados, documentación nacional y foránea ilegal e incluso una titulación o diploma de master… ahorrándote un montón de tiempo!

La gracia de que lleven colgando la criatura en todo momento se debe en apariencia al hecho de que si la policía en una de estas prepara una redada, no pueden detenerlas puesto que el menor les otorga algún tipo de protección legal.

Si encuentro alguna forma de contrastar esta información sin incurrir en el delito lo añadiré a la entrada.

Si no, conformaos con el rumor.


3 comentarios:

FreeDelirium dijo...

Podemos hacer pedidos? Yo quiero tener una carrera china por la gorra :D

Eso sí, me lavas el documento antes de traerlo ^^

FreeDelirium dijo...

Queremos/ Quiero fotos! Aunque se pierda parte de la autenticidad del asunto, quedaría muy bonito con fotos reales.

Just saying ;*

Pasqualeta dijo...

Quines visions més allunyades del nostre entorn! O no tant... Continua així i fes-nos-les viure per estar un poc més prop de tu.